Es una ciencia muy
antigua, de ella existen registros en la vivencia de los cristianos primitivos,
sus comunidades la practicaban. Combinaban lo espiritual, la conciencia, con
estrictas reglas económicas. Temprano percibió el hombre que conciencia y
economía formaban una sola entidad, un solo concepto, "la Concienomía".
La Concienomía es la
ciencia de la realización plena de la humanidad, ha sido olvidada, los sistemas
de dominación temen su aplicación, saben que sería el fin de sus días de
privilegios. En la historia algunas veces aparecen brotes de Concienomía y
entonces la existencia humana se ilumina con la esperanza de liberarse de la esclavitud,
de superar al hombre atrapado en las cadenas que él mismo creó, de liberarlo de
sus miedos y angustias existenciales.
Esos momentos son como
destellos. Los Cristianos Primitivos en combate contra el Imperio Romano, por
cambiarse ellos mismos y a los dogmas de su tiempo, fueron uno de esos
instantes. Los días de la Comuna de París, los intentos de la Comuna de Berlín,
fueron fulgores de la fusión de la Conciencia amorosa y la Economía. Los tiempos
de la Revolución Soviética, la convivencia en el Granma y en la Sierra Maestra,
nuestras jornadas de abril y diciembre, son claridades que marcan la marcha
humana, en todos asomó la Concienomía. Esta ciencia es la base del Socialismo.
Veamos.
Es un paso
imprescindible en la integración del humano, es la naturaleza de esa
integración. Los sistemas de explotación del hombre por el hombre tienen como esencia
la fragmentación de la sociedad, pero también de la psiquis, del intelecto
individual. Fragmentaron todos los aspectos de la vida humana y también
disociaron el conocimiento, a las ciencias, al arte.
La Economía tomó vida propia, se convirtió en
un monstruo con sus particulares metas. La conciencia se elevó a cielos que la nublaron
en el misterio de su autoformación, le ocultaron los secretos de sus raíces.
La Concienomía tiene
como su principal objetivo restablecer las fuertes conexiones entre Conciencia
y Economía, pero también restablecer las múltiples relaciones que existen en todos
los aspectos de la vida. En otras palabras: reconstruir la idea de totalidad,
acabar con la fragmentación del humano.
La marcha hacia el
Socialismo tiene que vigorizarse, aprender de los destellos de la Conscienomía
que han aparecido en la historia, de las enseñanzas del Che, de Fidel. No es
posible avanzar sin comprender que las medidas económicas tienen fuerte
repercusión en la formación de la Conciencia del Deber Social, esencia del
Socialismo. Que la propaganda, las actividades culturales, los valores que
transmiten los medios, tienen repercusión en la economía, modelan las conductas
y justifican posturas.
El Socialismo es un
sistema que debe establecer una nueva totalidad, un cambio profundo en la
economía, en la conciencia, las artes, la organización social, la política, en
todo y en las relaciones de las partes del todo. No es posible, por ejemplo,
socialismo en la conciencia y capitalismo en la economía. Cuando esto ocurre se
va camino a la confusión, al retorno.
Uno de los más
importantes índices de la Conscienomía es el PIC, denominado el Producto
Interno de Conciencia, es un índice que mide la variación de la conciencia
socialista, de la Conciencia del Deber Social, del sentido de pertenencia a la
sociedad. Este índice es muy poco usado en el mundo porque no tiene sentido en
las sociedades capitalistas, en las cuales es un valor despreciable, casi cero.
El PIC tiene estrecha
relación con el PIB, por cada punto que este registra de aumento en el sector
privado, (es decir capitalista, enemigo de la Conciencia del Deber Social, del
socialismo) el PIC registra un descenso de por lo menos diez puntos. Por cada
compensación material individual el índice desciende cinco puntos, por cada
dádiva individual, carros, plasmas, neveras, sin ninguna contraprestación de
trabajo social, el PIC, desciende dos puntos.
Ahora bien, por cada
punto que aumenta la economía de propiedad social administrada por el Estado el
PIC registra un aumento de cinco puntos,
por cada jornada nacional de trabajo colectivo voluntario, aumenta diez
puntos, por cada jornada social de movilización política por motivos
altruistas, de lucha antiimperialista, se eleva diez puntos, por cada
compensación material colectiva, aumenta dos, por cada cuña que estimule la
Conciencia del Deber Social aumenta un punto, por cada discurso de nuestros
líderes que hablen de la solución social a los problemas de la existencia,
aumenta tres puntos.
Este Producto Interno de
la Conciencia es muy útil, aunque inexplicablemente tiene poco uso. En los
países capitalistas sería una alarma del peligro que corre aquel sistema. Si se
mantiene bajo, los empresarios, los capitalistas, el imperio, pueden dormir
tranquilos, su sistema está lejos de ser sustituido. En los países que
pretendan construir el Socialismo es un indicativo de lo bien o mal que se va
en ese camino: un índice bajo prendería las alarmas para ajustar el rumbo.
También puede servir para planificar medidas económicas y predecir el impacto
en el índice.
Este PIC no está
aislado, tiene repercusiones políticas y en la dinámica de la sociedad. Por
ejemplo, los niveles de la inseguridad tienen correlación negativa con él, un
valor cercano a cero indica terreno propicio para la delincuencia, un valor
alto, necesariamente disminuye la inseguridad.
En la política es muy
importante el PIC, nos da una idea del criterio de la sociedad para decidir el
apoyo en las elecciones. Un índice bajo nos señala una población egoísta,
individualista, medrosa, capaz de reacciones desatinadas, nunca de criterios
sociales en sus decisiones, incapaz de acciones colectivas, sólo es capaz de
sumar egoísmos, siempre será multitud, nunca masa organizada. Frecuentemente
las sociedades con este índice bajo eligen a sus propios verdugos, son
incapaces de identificar a sus redentores, los condenan.
Creemos que en las
Universidades donde se forman los economistas no hablan mucho del PIC, ni de su
relación con el PIB, sólo les importa la producción de mercancías, su
circulación, la salud del sistema capitalista, y eso lo miden con el PIB.