martes, 19 de julio de 2011

¿POR QUÉ SOCIALISMO?

Para ir hacia la tierra prometida del Socialismo es indispensable saber las características que lo definen, los rasgos principales del paisaje que estamos pintando. Esta será la brújula que nos guiará en esa navegación hacia puerto feliz, que es simultáneamente su construcción.

No es tarea fácil, el término Socialismo, tal como el término Amor, han sido desgastados por el uso confuso, ahora se refieren a cualquier cosa. A las clases dominantes que batallan contra la liberación en todos los terrenos, les es muy importante privar de lenguaje liberador claro a las clases insurgentes. Amor y Socialismo son vocablos revolucionarios que han sufrido los embates de la guerra ideológica.

De allí que devolver el verdadero significado a las palabras es alta tarea revolucionaria.

Socialismo es la restauración de la relación humana amorosa, en sustitución de la relación humana competitiva, egoísta. Esta es la característica fundamental del Socialismo, sin ella, por más vueltas que se dé, no hay Socialismo.

Restituir la relación amorosa entre los humanos significa muchas cosas importantes. Supone la relación amorosa con la naturaleza: el hombre es parte de la naturaleza, ella es componente esencial del hombre, los dos son uno, no se concibe a la humanidad sin naturaleza. Podemos decir que el Socialismo es un Humanismo y es un Naturalismo. Pone en el centro de sus afanes a Hombre y Naturaleza.

Hasta aquí la definición de Socialismo es inocua, no hace mal a nadie, es una declaración. Cuando el mar se encrespa es cuando se pasa a la fase de su concreción, cuando se busca contestación a ¿Cómo hacerlo?

Se han explorado muchas respuestas. Las podemos clasificar en dos grandes grupos:

El grupo que intenta construir la relación amorosa humana, que nosotros llamamos Socialismo, sólo con cambios de conducta, de moral. Predican el buen comportamiento, las bondades de la relación amorosa. No tocan lo material, las relaciones económicas.

Otros entienden que son necesarios cambios materiales. Es tan evidente la explotación capitalista, es tan chocante la forma como el capitalismo acumuló su fortuna, y es tan presente el inmenso daño que el capitalismo hace a la humanidad y a la naturaleza, que son pocos los que lo defienden abiertamente. Ya pasó, se agotó el tiempo de aquellos economistas que decían: “corramos la arruga”, “tomemos las medidas necesarias para salvar al capitalismo hoy, no importan sus consecuencias, dentro de cien años no estaremos aquí”. Pues bien, fueron de tal magnitud las consecuencias, es tan profundo el daño a la humanidad y a la naturaleza, que ya el capitalismo no deja margen para correr la arruga, está sumergido en una crisis sistémica terminal.

Antes de revisar los cambios materiales propuestos, debemos examinar las bases materiales del capitalismo. El capitalismo tiene como base material a la propiedad nosocial de los medios de producción. Esta forma de propiedad es el fundamento y razón del mercado, donde todo se puede transar, de la explotación de los obreros, de la competencia económica, y, muy importante, de la relación egoísta entre los humanos y de estos con la naturaleza.

Podemos afirmar que la Propiedad Nosocial de los Medios de Producción, es origen y sustento de la relación egoísta, de la cultura egoísta que reproduce, perpetúa, protege al sistema capitalista. Y llegamos a la conclusión que esta forma de relación económica es antisocialista, porque conspira contra la relación amorosa, no podrá haber Socialismo soportado por este tipo de relación económica. Su existencia es una señal del camino que falta por recorrer.

Los cambios materiales propuestos son de dos tipos principales:

Uno, cambios para proteger la esencia del capitalismo, hechos sin entender la esencia del fenómeno patológico que él es. Éstos se limitan a proponer nuevas formas de propiedad nosocial, que no integran a la sociedad, al contrario, la fragmentan: tipo cooperativas, empresas de producción social, cogestión. No son base para la relación amorosa.

Dos, la proposición socialista, que va a la raíz y propone la hegemonía de la Propiedad Social de los Medios de Producción. Esto es: los medios sustentadores de la Conciencia Socialista, amorosa, integradora de la sociedad. Propone claramente apuntalar, con la renta petrolera, la Propiedad Social, nunca la propiedad nosocial capitalista.



¿POR QUÉ ES IMPRESCINDIBLE LA HEGEMONÍA DE LA PROPIEDAD SOCIAL DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN SUSTENTADORES DE LA CONCIENCIA SOCIALISTA?



Sin esta hegemonía no hay Socialismo posible, la gran batalla de la construcción socialista es establecer esta hegemonía ¿Pero, dónde reside esa importancia fundamental?

Una sociedad tiene necesariamente que relacionarse con la naturaleza, y lo hace a través del trabajo, a través de los medios de producción.

Si los medios de producción son de propiedad nosocial, entonces la sociedad se está relacionando con la naturaleza indirectamente, hay un mediador, en este caso la clase capitalista. Esta clase propietaria, dominante, sus miembros buscarán favorecer de la manera más egoísta posible sus intereses, que siempre y necesariamente estarán en contraposición con los intereses de toda la sociedad. Esta es la esencia del capitalismo.

Esta situación trae como consecuencia una sociedad escindida, donde unos pocos son dueños del destino de todos. Unos pocos propietarios son los que deciden el trato con la naturaleza, la relación de los humanos entre sí, el rumbo de la humanidad.

Una sociedad así, fragmentada en las relaciones materiales y espirituales, irremediablemente será una sociedad inviable, depredadora de la naturaleza y enferma de egoísmo.

La propiedad social de los medios de producción cambia todo el paisaje. Ahora, la sociedad se relaciona con la naturaleza de forma directa, el trabajo adquiere otra dimensión, ya no es vehículo para enriquecer a una clase, sino que es medio para el bienestar de todos y para la realización plena del individuo que rescató su condición de humano y desechó su condición de máquina de producción y consumo.

El precepto de los Cristianos Primitivos es redimido, el mandato de Cristo de "amaos los unos a los otros” tiene por primera vez base material, una forma de relacionarse los humanos que lo hace posible.

Ya tenemos dos características que marcan al Socialismo: Conciencia del Deber Social, sustentada en la Propiedad Social de los Medios de Producción administrados por el Estado. Así sabemos hacia qué puerto dirigirnos, qué construir, tenemos brújula.

No hay comentarios:

Publicar un comentario