Siempre que aparece una posibilidad revolucionaria, los intelectuales al servicio del capitalismo atacan con el argumento del fracaso de la Unión Soviética. Asustan con el espectro de Stalin, desempolvan los errores y concluyen postulando que todo camino revolucionario terminará mal. Se olvidan de Cuba Socialista, ignoran al Che y a Fidel, su presencia, su discurso, aplastan todas sus tesis.
Cuba Socialista señala el camino más allá de la Unión Soviética, es ejemplo y esperanza de que el mayor anhelo de la humanidad, vivir como hermanos, es posible. Cuba es referencia obligada para los revolucionarios.
La obra teórica de Fidel y el Che debe ser referencia de toda Revolución, sólo a partir de allí se podrá crear, inventar, modificar la realidad.
Dejemos que sea Fidel, a través de sus discursos quien nos presente la esencia de su pensamiento, del Che, de la Revolución.
Fidel habla del período especial por la caída de la Unión Soviética:
"Hoy nos corresponde a nosotros una responsabilidad universal. Somos el único país socialista en medio del occidente, de todo el occidente y de una parte del oriente, el único. Y qué odio nos tienen algunos por la capacidad de nuestro pueblo, de nuestra patria de aceptar ese desafío y de mantener en alto sus banderas y su disposición a defender esas banderas; como hemos dicho otras veces, las más justas y las más humanas que han existido en la historia de la humanidad (…).
Hoy luchamos no solo por nosotros mismos, no solo luchamos por nuestras ideas, sino luchamos por las ideas de todos los pueblos explotados, subyugados, saqueados, hambrientos de este mundo; luego, nuestra responsabilidad es mucho mayor (…) vamos a defender esas ideas y hasta qué límites estamos dispuestos a defender esas ideas, que no son simplemente ideas, es nuestro destino, es nuestra independencia, es nuestra Revolución, es nuestra justicia social, como no existe en ningún otro país de la Tierra; y nos vemos obligados a defenderla en condiciones excepcionalmente difíciles, solos, solos, aquí, en este océano de capitalismo que nos rodea.
…Hubo mucha gente que se confundió en los primeros momentos de aquel proceso, [la caída de la Unión Soviética] incluso con cierta lógica, porque las primeras palabras eran interesantes, bonitas, agradables, se trataba de perfeccionar el socialismo. ¿Y quién no añora, quién no desea, quién no quiere perfeccionar el socialismo? Por grandes que hayan sido los avances de una sociedad, por grande que sea la justicia que haya traído al seno de una sociedad, ¿quién no desea ver perfeccionado el socialismo? Y así algunas ideas similares ganaron la simpatía de mucha gente. Esto influyó ideológicamente, no solo las buenas intenciones o las bellas palabras iniciales. También influyeron ideológicamente los desastres, la increíble evolución de los acontecimientos afectó la confianza, el ánimo, la conciencia de mucha gente."
Fidel describe el pensamiento del Che cuestionador de la desviación capitalista de la Unión Soviética, y señala los errores que cometieron bajo la influencia de aquel extravío:
"Creo, realmente, lo digo con toda satisfacción, que si el Che estuviera sentado aquí en esta silla, se sentiría, realmente, jubiloso, se sentiría feliz de lo que estamos haciendo en estos tiempos; como se habría sentido muy desgraciado en ese período incierto, en ese período bochornoso en que aquí empezaron a prevalecer una serie de criterios, de mecanismos y de vicios en la construcción del socialismo, que habrían constituido motivo de profunda, de terrible amargura para el Che (...)
Si le hubieran dicho que el dinero se iba a empezar a convertir en el instrumento principal, la fundamental motivación del hombre, él, que tanto advirtió contra eso, se habría horrorizado; que las jornadas no se cumplían y aparecían los millones de horas extras; que la mentalidad de nuestros trabajadores se estaba corrompiendo, y que los hombres iban teniendo cada vez más un signo de peso en el cerebro, el Che se habría horrorizado, porque él sabía que por esos caminos tan trillados del capitalismo no se podía marchar (…) que por esos caminos un día habría que olvidar toda idea de solidaridad humana e incluso de internacionalismo; que por aquellos caminos no se marcharía jamás hacia un hombre y una sociedad nuevos (…)
Si hubiese visto un día un conjunto de empresas, plagadas de capitalistas de pacotilla —como les llamamos nosotros—, que se ponen a jugar con el capitalismo, que empiezan a razonar y a actuar como capitalistas, olvidándose del país, olvidándose del pueblo, olvidándose de la calidad, porque la calidad no importaba para nada, sino el montón de dinero que ganara con aquella vinculación [especie de bono o estímulo material], el Che se habría horrorizado, (…) esos caminos conducen a todos los vicios y a todas las enajenaciones del capitalismo. Esos caminos —repito—, y el Che lo sabía muy bien, no conducirían jamás a la construcción de un verdadero socialismo (...)
Pero no se imaginen al Che una persona ilusa, una persona idealista, una persona desconocedora de las realidades; el Che comprendía y tomaba en cuenta las realidades. Pero el Che creía en el hombre, y si no se cree en el hombre, si se piensa que el hombre es un animalito incorregible, capaz de caminar solo si le ponen hierba delante, si le ponen una zanahoria o le dan con un garrote, quien así piense, quien así crea, no será jamás revolucionario; quien así piense, quien así crea, no será jamás socialista."
El pensamiento y la acción de la Revolución Cubana, El Che y Fidel, sus claras definiciones conducen a la esperanza socialista más allá de la Unión Soviética, alumbran el camino de la redención mundial.