martes, 6 de septiembre de 2011

LAS PUNTAS DE LA MADEJA

La comprensión teórica de la realidad siempre es imperfecta, la historia, como lo dijo un clásico, "sorprende desenredando su madeja por la punta equivocada". Es así que la teoría sólo se prueba y enriquece en roce con la realidad.
Por eso la historia, que es la aleación de lo pensado y de lo realmente sucedido, es la mejor cátedra de Revolución. Es allí, leyendo la vida y escuchando a la experiencia, que se puede encontrar el rumbo hacia los cambios.
Los clásicos no previeron la Revolución en un país como Rusia, reservaban el evento a los países más desarrollados: altas fuerzas productivas, mayor proletariado. No obstante, fue allá, en Rusia, el llamado eslabón más débil, donde ocurre el hecho Revolucionario. Muchas son las enseñanzas de ese primer gran paso de la humanidad hacia la superación de los sistemas explotadores y la instauración del Socialismo.
Se descubre que la humanidad funciona como un todo, basta que en una zona se desarrollen las fuerzas productivas para que las condiciones objetivas que ese desarrollo produce se haga planetario. Así, las condiciones objetivas que se derivaban del desarrollo europeo se reflejaron en el mundo todo. De esta manera, los dirigentes de la Revolución Soviética se nutrieron de la teoría de un alemán, Marx, elaborada a partir de la realidad inglesa.
Con la Independencia ocurre algo similar, la realidad francesa produce teoría y práctica contra el sistema monárquico, y ese torrente ideológico llega a la América y dirige la Revolución de Independencia. América se nutre de la realidad y la teoría del otro lado del océano.
La Revolución Cubana es ejemplo: Allá, en un país sin mayor desarrollo de las fuerzas productivas, campesino, ocurre una Revolución inspirada en el desarrollo de las ideas bolivarianas, martianas. Sucede así un fenómeno extraordinario: las ideas revolucionarias nacidas en Europa, se fusionan con la realidad americana dando origen al bolivarianismo. Éste crece con la experiencia de la Revolución Cubana, se mezcla con el pensamiento de la Revolución mundial, china, soviética, y da origen a las ideas revolucionarias más avanzadas de la humanidad. La Revolución Cubana corrobora que la humanidad funciona como un todo, y se reafirma la visión  martiana de que "Patria es Humanidad".
De esta manera se rompe el dogmático pensamiento de esperar las condiciones objetivas en un país para poder hacer la Revolución, y más aún la idea reaccionaria de que es necesario estimular el desarrollo de las fuerzas productivas para que entren en contradicción con las relaciones de producción y sólo después será posible hacer la Revolución.
El Revolucionario debe tener visión de humanidad, sólo así podrá plantearse una verdadera Revolución. Pero, simultáneamente, debe tener visión de su tiempo y su espacio: saber interpretar, a la luz de la historia, su realidad, buscar el rumbo, entendiendo que siempre será inédito. Este es el mayor reto de los Revolucionarios, saber encontrar la punta por donde la historia comienza a desenredarse.
 
EL RETO VENEZOLANO
 
  Aquí entre nosotros ocurre un milagro: en un ambiente de derrota, de dispersión surgió una posibilidad revolucionaria, se abrió un camino lleno de esperanzas, y también lleno de peligros y retos. Se impone un gran esfuerzo intelectual para detectar en medio de lo desconocido el rumbo que nos dicta la historia.
Nos planteamos el difícil reto de hacer una Revolución pacífica, otros intentos de transitar este camino han fracasado. Cuando han sido honestos, la contrarrevolución los ha aplastado con crueldad, es el caso de Chile. Otros han sucumbido en las mieles del sistema y se transformaron en los monstruos que querían extirpar, tal es el conocido caso del MAS.
Los retos son muchos, pero el futuro dependerá de la solidez teórica que la Revolución alcance, una teoría errada nos conducirá al abismo. Muchos son los retos teóricos.
Uno de los más importantes es el del Estado. La teoría revolucionaria postula que el Estado Burgués debe ser sustituido por el Estado Revolucionario, y prevé que esta sustitución será violenta, demoledora, en condiciones de Revolución armada, insurrección o guerra prolongada. Pero ¿Cómo será en nuestra Revolución Pacífica?
Una aplicación dogmática de la teoría nos lleva a construir formas opuestas, antagónicas con el Estado actual, de esta manera nos constituimos enemigos del Gobierno Revolucionario, ignoramos el hecho de que el gobierno está en manos de la Revolución. Así, por ese camino nos debilitamos y asesinamos a la posibilidad revolucionaria.
La forma de sustituir el Estado será, como lo es la Revolución, inédita. No se puede ignorar que este Estado Burgués heredado, es conducido por un Gobierno Revolucionario, interesado en cambiarlo radicalmente. Entonces, el problema es cómo hacerlo sin lesionar al gobierno, sin asesinar la esperanza.
Las nuevas formas de organización política, social, económicas, del nuevo Estado, deben estar integradas al Gobierno Revolucionario, nunca enfrentadas. Y ese sería un rasgo de la situación inédita: un gobierno de un Estado naciente y, simultáneamente, de un Estado que se extingue.
Para que esta transición sea posible, las nuevas formas de organización deben tener carácter social. Formas económicas nosociales, como las Comunas aisladas, sin formar parte de planes nacionales, cada una actuando como pequeña república, tendrán necesariamente intereses nosociales y se enfrentarán al Estado y al Gobierno Revolucionario. Se concluye que la base económica del Nuevo Estado Revolucionario es la Propiedad Social de los Medios de Producción, administrada por el Estado Nacional. La base social y política es un tejido que vaya desde las unidades hasta los organismos nacionales.

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